lunes, 25 de enero de 2016

La esquina del Académico. El renacido.


Por. El Académico.

No soy ningún crítico de cine, lo mío, lo mío, es ser arrasador, acabar con mis rivales en el ring, conquistar el corazón de las lindas damas y ser el ejemplo a seguir de los caballeros. Los niños gritan mi nombre. Pero bueno, esta vez me volvieron a invitar a dar mi tan afamada crítica de cine, mi valiosa opinión.

Y que me dicen, mi estimado Académico, por favor, nos encantaría que hicieras la reseña de una película de tu compatriota, González Iñarritu, el de Amores Perros. No, que mira, que su película está nominada con doce Óscares y sería bien interesante, que tú como mexicano nos dieras tu punto de vista desde tu esquina ruda. Y pues dije, va, orales, pues con tantas buenas críticas, faltaba mas, no estaría equivocado enseñarles mi punto de vista.

Y ahí tienen, que me lanzo a ver la película, el sábado, en la función que había más en la noche. Ya antes me había cenado unos buenos tacos de carnitas y barbacoa, su buen consomé nocturno y café de olla, allá en mi mercado de plaza Garibaldi, con Doña Lucha, que me atiende bien cabrón, un saludo Doña Lucha, le mando un abrazote, aunque no sepa leer. Pero ahí que le digan que pedo sus nietos que lean mi columna. Ya les dije.

Bueno ya en el cine me compré mi Coca zero, ya saben sin azúcar, para evitar la “diabólica” y me dispuse a ver la producción de mi compatriota y de una vez les digo, no soy culero, no soy malinchista, y no me la hagan de a pedo, pero pinche película estuvo bien culera. Ahora permítanme argumentar mi tiradero de mierda.

De entrada la película empieza lenta, pesada, aburrida, pero bueno, ese es el estilo de Iñarritu, así como que hasta respirar les cuesta trabajo a los personajes, como si quisieran cagar, pero por mas que pujan no pueden. En fin, el asunto se trata de ver a unos comerciantes de pieles en territorio norteamericano en época en que se estaba colonizando dicho país, lo que garantizaba agarrarse a madrazos contra los pieles rojas y demás tribus autóctonas.

Ahí es donde aparece Di Caprio, que en la película es el guía de la compañía, lo que lo vuelve indispensable, según es muy chingón, y entre otros pedos, anda cargando a un hijo que tiene cara de apache que tuvo con una mujer aborigen y se la hacen de pedo, pero él aguanta vara. Y resulta que el Di Caprio no es tan chingón pues los lleva a un territorio donde les dan una emboscada, se mueren la mitad de los hombres que llevaron y aún así el capitán de la comisión le dice que no hay pedo, que confían en él. Se van en barco y dice que sólo se puede llegar a pie.

Y aquí es donde la película se vuelve una mamada, pues Di Caprio empieza a sufrir accidentes, pero de manera muy pendeja. Primero si según él conoce muy bien esas tierras, entonces para qué caminó sólo sin anticipar un ataque de un oso, que le pone una putiza, pero el acaba “Matando al oso a puñaladas”, cuando aparentemente ya estaba bien puteado y mordido.

Después de la putiza que lo deja medio muerto, la situación es discutir si lo dejan, le dan el tiro de gracia o se lo llevan. Total que lo dejan, lo cuida su hijo, otro chavo y el culero que será el malo de la película. Y desde ahí viene una de esas mamadas de guión bien estúpidas. Si están viendo que ese culero era el primero que lo quería matar para no cargar con heridos, para que lo dejan cuidándolo. Ya desde ahí no sabes si estas viendo una película nominada al Oscar o un predecible episodio de la Rosa de Guadalupe. Y total, que al aceptar que lo cuidara el que ya todos sabemos que no lo va a cuidar, es lo que desata el conflicto. Mata al hijo apache, Di Caprio se encabrona y lo dejan enterrado vivo.

Para ese entonces ya me quería salir, pero dije, bueno pues, me dijeron que escribiera sobre esa madre, ni pedo aguantar como los machos.

Luego, en ese ambiente frío y con esas heridas e infecciones en la piel, Di Caprio empieza a recuperarse milagrosamente sin medicina, sin nada. Desde estar moribundo y con fiebre, hasta ponerse de pie y volver a caminar. Y dije, no mames, ¿Ya estamos viendo Deadpool? o qué pedo, ¿De donde sacó su poder curativo ese cabrón?, Va y de aquí lo demás se volvió una película bien pinche larga, eterna. De ver cómo el guéy se arrastraba y no pasaba nada, y ocasionalmente veíamos escenas de supervivencia tomadas de otras películas, como cuando ese cabrón se ponía pólvora en una herida y la explotaba como en Rambo III, o cuando se duerme adentro de las entrañas de un caballo como Luke y Han Solo en Star wars El imperio contrataca, y todas las maniobras del chavo ese del Discovery Channel que sobrevive en la naturaleza tomándose sus miados. Y cosas ya bien jaladas como que el protagonista sobreviva a caer de unas cascadas o de un precipicio, y más que resentirse de las heridas del oso, hasta parece que camina mejor.

Total que el meollo de la supervivencia, será sustituida por la venganza de que mataron al hijo de Di Caprio. Cuando se enteran de que está vivo sale una caballería de unos treinta hombres a buscarlo en las inmediaciones del campamento. Pero la parte mas mamona es cuando salen a buscar al traidor, sólo va Di Caprio y otro guey, como si el guionista dijera : “¿Y ahora como creo un conflicto?, ah ya se, que vayas dos contra uno, porque si mandamos a la caballería no va a tener emoción” Y pendejamente pasa los mas obvio y predecible, que el malo mata al otro, y se queda Di Caprio sólo contra su rival. Le tiende una trampa bien predecible usando el cuerpo del aliado. La pelea es a muerte, pero el Di Caprio aguanta una puñalada en la pierna, la mano y todo, a pesar se sus múltiples heridas que se ha hecho en el camino, al final le parte en su madre cual película de los hermanos Almada. Y para cerrar se hace un final abierto donde no sabes si Di Caprio sobrevivió o murió, aunque para ese entonces ya te vale verga lo que haya sido, lo que quieres ir al baño a vomitar y lloras por haber perdido casi tres horas de tu vida viendo esa mamada.


¿Lo mejor de la película?, la pinche Coca Zero que me tomé al principio, por lo demás es una porquería. No vale la pena, no la vean, no se van a divertir, no van a reflexionar nada sobre la relación de hombres blancos y pieles rojas, para eso mejor vean Pocahontas, no se van a conmover, no van ver una buena actuación, o véanla bajo su propio riesgo. Si gana Óscares o no, yo ya me sentí robado y si te los ganas Iñarritu, vete a lavar las nalgas.

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