Pues ya es viernes y es turno del duro
pero apasionante deporte de las máscaras y las cabelleras. Los
saludo con el gusto de siempre, escribiendo y proporcionando datos
acerca de la lucha libre mexicana. Las últimas columnas les he
platicado cómo y porque se les da un valor tan grande y simbólico a
las máscaras y cabelleras en la lucha en México.
Les platicaba que la
máscara no surge en nuestro país y de que manera la vamos adoptando
hasta volverla un elemento propio y fundamental para el desarrollo y
la evolución del deporte del costalazo. Recordemos cómo es
que los luchadores nacionales comienzan a enmascararse en la década
de los 30`s, sin imaginarse el éxito, el misticismo, el misterio, el
simbolismo y el poderío que portaban en esa prenda que cubría sus
rostros.
Por aquellos días, tal
vez nadie imaginaba lo que la máscara representaría con el paso de
los años, tal vez los luchadores de antaño se ponían una “tapa”,
por moda o porque algún cuate suyo les decía: “Usa máscara
wey, estás bien feo y se siente chingón que nadie sepa quién
eres”. En realidad no se sabe con certeza el porque
proliferaron los enmascarados, pero, lo que si sabemos es que con el
correr de los años la máscara se convirtió en un símbolo
demasiado valioso, tan preciado, que en nuestro país surgen las
luchas de “Máscara contra Máscara” y cómo es sabido el
que resulta ser el perdedor de ese encuentro se despoja de su
preciada prenda para dar a conocer su horrible rostro. No está de
más decir que efectivamente si hay algunos cabrones que asustan al
pinche miedo y no deberían perder la máscara jamás.
También les comentaba
que bueno, se pierde la máscara ¿Y que sigue ahora? ¿Qué se
apuesta en una lucha si ya no hay “tapa”? ¿La quincena?
¿Los tacos? ¿La esposa? ¿El celular? Que hueva ver una lucha de
apuestas con lo anterior ¿no?
Es por ello que cuando ya
no existe una máscara de por medio, queda el pelo, mejor conocido
cómo La Cabellera en el lenguaje luchìstico. Es entonces
cuando también se le da a la pinche greña un valor simbólico, tan
grande cómo el de la máscara pero diferente a la vez. Ya que si se
pierde la incógnita, si tiene que mostrar la cara, pero cuando se
pierde el pelo, se tiene que sufrir la gran humillación de ser
rapado en público.
Es así cómo máscara y
cabellera se convierten en un par de elementos indispensables en la
lucha libre mexicana y hay que recordar que para ser un figura
reconocida no sólo hay que ser un buen luchador, con un excelente
entrenamiento, manejo de cuerdas, conocedor del llaveo y contrallevo.
No basta con ponerse un sobrenombre y una máscara o dejarse crecer
el cabello y portar una melena al estilo de “El Rey León”.
Es necesario convertirse
en otro ente, tomar un
nombre de batalla que de paso a la aparición de un personaje
en los encordados y a la existencia de dos personalidades que
conviven en un solo ser humano, las cuales son mediadas por la
máscara o la cabellera y el equipo (se denomina equipo al juego
de botas, mallas, máscara, butargas y otros accesorios que el
luchador usa para representar a su personaje).
Pues bien, después de
éste pequeño resumen de máscaras y cabelleras, los invito a viajar
al pasado nuevamente para hacer un recuento de las figuras
enmascaradas de décadas pasadas.
En ésta ocasión les
platicaré acerca de “The Gray Shadow”
Originalmente, éste
luchador se presentaba sin máscara cómo muchos otros, se trataba de
un peso completo ubicado en la década de los 40`s; su nombre era
Daniel Aldana y luchaba en la Arena Coliseo con el
pseudónimo de Mike Donelli.
Se cuenta que en febrero
del año 1944 la Arena Coliseo lucía un espectacular lleno
para ver a las figuras de aquellos días. En uno de los encuentros
preliminares, Mike Donelli había luchado en contra de un wey
llamado Steve Morgan.
Donelli, cansado,
jadeante y sudoroso, se disponía a tomar una buena ducha, cuando
notó que había mucha actividad en pasillos, colegas iban y venía y
se podía ver que algo que no tenía nada que ver con lo que pasaba
arriba del ring sucedía.
Cuenta la leyenda que el
mismísimo Salvador Lutteroth rondaba los pasillos con cierta
preocupación, a lo que Aldana (Donelli) le preguntó al jefe
que pasaba, la respuesta de Don Salvador es que esa noche
estaba planeado debutar a un nuevo enmascarado de nombre “The Gray
Shadow”, pero el muy huevòn no había llegado aún a la arena.
Entones Aldana le
propone a Lutteroth ponerse la máscara y subirse a luchar
para no dejar al público con las ganas de ver al nuevo luchador
enmascarado, Lutteroth lo dudó un poco ya que Aldana
apenas había luchado unos minutos antes.
Pero cómo no había otra
opción y el varo es el varo, el patrón acepto la propuesta de
Aldana, le dieron la máscara y el atuendo del luchador
ausente y gracias a ello nadie del público notó que el debutante
“The Gray Shadow” y Mike Donelli eran la misma
persona.
Es así cómo en una
lucha recia y sin tregua, “The Gray Shadow” derrotó en
tres caídas al “Lobo Negro”.
Aldana hizo un
espléndido trabajo, no sólo en el plano luchìstico, ya que al
ponerse la máscara y el equipo de otro luchador, se transformó en
un ser distinto, rudísimo, sarcástico, marrullero y burlón, se
ganó de inmediato el repudio y a la vez la admiración y el
reconocimiento del público, y lo más importante, no defraudó la
confianza de don Salvador Lutteroth.
Daniel Aldana, que
usaba el mote de Mike Donelli no era ningún novato, ya
llevaba algunos años dentro del “deporte del costalazo”, por
lo general luchaba en las arenas pertenecientes al entonces circuito
de la llamada “Empresa Mexicana de Lucha Libre”, pero
siempre en las luchas preliminares, mejor conocidas cómo “las
primeras” o “las luchas para calentar la lona”.
De manera fortuita le
llega esa gran oportunidad de portar una máscara y un nombre de
batalla nuevo para él, y cómo en aquellos días no había tanto
pedo con aquello de los derechos de autor, Aldana se queda con
la máscara, el equipo y el nombre del personaje.
Pero ¿Qué pasó con el
verdadero “The Gray Shadow”? Aquél luchador que iba a
debutar con ese nombre y que nunca llegó a la Coliseo.
Pues la neta nadie lo
sabe, no se sabe quien chingados era, porque no llegó y porque nunca
reclamó el nombre y la máscara. Ni modo, por no llegar le dieron
baje con su “tapa” y se chingò por irresponsable.
Poco a poco el rostro y
el nombre de Mike Donelli se fue olvidando entre los
aficionados y “The Gray Shadow” iba adquiriendo
popularidad gracias a su desenvolvimiento, a sus rudezas y por
supuesto gracias a su excelente quehacer luchìstico.
Pronto Aldana,
enmascarado, se encumbra y tiene la oportunidad de participar en las
luchas estelares y enfrentarse a grandes figuras de la época, cómo
Carlos “El Tarzán López” y Firpo Segura, a
quienes les diò excelentes batallas.
Surgió pronto una gran
rivalidad con Firpo Segura (que en década de los 30`s se
desempeñó cómo boxeador, pero ahora le hacía a las llaves y los
costalazos).
En una lucha de parejas,
“The Gray Shadow” y Héctor “El Diablo” López,
(otro rudazo bien culero) derrotaron y humillaron a “Dientes
Hernández” y al ya Mencionado “Firpo Segura”.
Además de la derrota y
la humillación, Hernández y Segura tuvieron que
soportar los desplantes y las burlas de “Shadow”,
situación que calentó más a Firpo, aumentando el odio y la
rivalidad entre ambos.
Se tiene el dato que el
23 de abril de 1944 se diò el esperado mano a mano entre “Shadow”
y Firpo, lucha recia, sucia, patadas, golpes bajos, etc. Donde
las marrullerías y tonelaje de “Shadow” (Pesaba unos 100
kilitos nomás el cabrón) terminaron por imponerse al ídolo Firpo
Segura.
Tiempo después se
volvieron a encontrar sobre un ring, pero en ésta ocasión las cosas
no serían favorables para “Shadow”; Firpo,
recordando sus buenos tiempos de boxeador impactó de manera brutal
su poderosa derecha en la quijada de su odiado rival, mandándolo a
la lona y noqueándolo de inmediato. Por supuesto que fue
descalificado y perdió la lucha, pero a Firpo no le importó,
lo que él quería era dejar humillado a “Shadow”.
Cuando “The Gray
Shadow” despertó y recordó lo que pasó creyó que ya era
tiempo de terminar de una vez por todas con esa rivalidad, ese knock
out, era lo más humillante y vergonzoso que le había sucedido
en su carrera cómo luchador. Quería exponer su máscara y dejar
pelón a Firpo Segura.
Lutteroth no
estaba muy de acuerdo con una lucha máscara contra cabellera, creía
que era demasiado pronto para finiquitar esa rivalidad, la bronca era
que en donde quiera que se topaban “Shadow” y Firpo,
ya sea arriba del encordado, en las oficinas y hasta en la calle se
armaban los madrazos.
Fue el 8 de febrero de
1946 en otro salvaje uno a uno Firpo vence a “Shadow”,
lo cuál hace encabronar aún más al segundo y lanza una vez más el
reto de una lucha “Máscara contra Cabellera”.
El reto es aceptado y
firmado y se lleva a cabo ésta esperada lucha el 22 de febrero de
1946 en la Majestuosa Arena Mèxico. Se cuenta que el réferi tomó
partido y no dejó a “The Gray Shadow” utilizar toda su
acostumbrada rudeza y al contrario, permitió a Firpo hacer
gala de su repertorio boxístico para ponerle en su madre a “Shadow”.
Firpo Segura ganó el
encuentro y por ende la máscara de su odiado rival.
Cómo ya era costumbre en
éste tipo de combates, el ring de la Arena México se lleno
de inmediato de un chingo de gente para conocer el rostro y el nombre
del rudazo de los 100 kilos.
Ya menos apendejado por
tanto madrazo, “The Gray Shadow” se despojaba de la
incógnita, mostraba su cara y se descubrió que se trataba de un
viejo conocido.
“Daniel Aldana
es mi nombre”, dijo “Antes luché con el nombre de Mike
Donelli”, terminó.
Después de perder esa
valiosa “tapa” que lo encumbró, Aldana siguió
luchando, pero poco a poco fue perdiendo popularidad hasta
desaparecer de los encordados.
Bien “Finisterrìcolas”,
ésta es la historia de “The Gray Shadow”, uno de los
grandes rudos enmascarados de la década de los 40`s y figura de la
lucha libre mexicana. Que de manera fortuita obtiene una máscara y
un nombre que lo convierten en un ídolo y que al perderla se
desvanece de la escena luchìstica, pero su nombre y sus hazañas
serán recordadas por haber sido un gran gladiador.
Espero hayan disfrutado
la presente reseña y nos leemos la siguiente semana con más datos,
nombres y máscaras del rudo deporte de las llaves y los lances
espectaculares.
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