¡Al
fin es viernes! ¡Y al fin hoy toca lucha libre!
Ya
les he contado muchos aspectos históricos y culturales acerca de la
lucha libre en México, el surgimiento de la máscara y cómo se ha
transformado en un símbolo de poder y en un elemento fundamental
para el desarrollo de nuestro deporte del costalazo.
Pero…
¿Solamente hay lucha libre en México?
Se
dice que la lucha libre mexicana es la mejor del mundo, ¡A huevo!
Pareciera
de entrada muy soberbia la afirmación, sin embargo, mucho se ha
especulado acerca de este tema, porque hay que tomar en cuenta que no
solo en nuestra nación se practica la lucha libre profesional,
puesto que en más lugares alrededor del mundo hay empresas de lucha
libre que la viven también de manera especial. Tal es el caso de
Estados Unidos y Japón, que con sus propias empresas y trayectorias
han consolidado la necesidad de crear escenarios para el
enfrentamiento de gladiadores y apreciar las madrizas que se ponen.
Sin
tomar en cuenta cuestiones de mercadotecnia, el verdadero éxito de
la lucha libre mexicana radica en construir un estilo propio con
cualidades especiales distinguibles en casi cualquier parte del
mundo.
Les
comentaba en columnas pasadas que dicho estilo de la lucha libre
mexicana se distingue visualmente desde el uso de máscaras y equipos
vistosos, hasta en su ejecución donde sobresalen los lances y
llaveos por parte de estetas que tienen un físico desarrollado pero
no al grado de los fisicoculturistas que hay en Estados Unidos o los
bajitos y muy ágiles japoneses. El luchador mexicano en general
busca guardar un equilibrio entre la fuerza y la agilidad.
La
lucha libre de México es considerada la mejor en cuanto a la
preparación de los estetas puesto que los propios gladiadores de
otras naciones vienen a entrenar en los gimnasios mexicanos donde se
forman las estrellas nacionales para después llevar ese conocimiento
a sus lugares de origen y empresas. Dicho esquema se ha dado por
ejemplo, con los casos de Chris Benoit, canadiense que luchó en los
80`s aquí en México enmascarado bajo el nombre de Pegassus Kid.
Perdió la tapa a manos del Villano III en una épica batalla, se
pusieron una putiza de aquellas que dejó asombrados y más que
satisfechos a los aficionados que tuvieron la oportunidad de ver ese
combate. Después del éxito obtenido en México, Benoit se integra a
empresas de lucha en Estados Unidos, con una técnica más depurada y
un mayor conocimiento de las llaves y contrallaves; ¿y donde
aprendió? ¡Pues en México chigà!
También
tenemos el caso el caso de Lyger, un luchador japonés que entrenó
en territorio nacional para sobresalir en las empresas luchísticas
de Japón. Cabe destacar que Lyger es un cabròn de un calibre
comparable al primer Tiger Mask (Satoru Sayama), o sea que es un
chingòn.
De
manera particular, la lucha libre mexicana combina el deporte con el
espectáculo; la atmósfera que se crea en una arena de lucha libre
permite al público transportarse a otra dimensión y pedir combates
de gran calidad entre dioses, guerreros, seres de ultratumba o entes
celestiales. Esa magia y ese misticismo son clave para que la lucha
libre en México esté vigente hasta nuestros días después de
décadas de haberse iniciado.
Cómo
ya es sabido, una de las características importantes, si no es la
que más y por lo cuál la lucha libre es reconocida a nivel mundial
es la máscara, esa prenda tan importante para muchos luchadores que
en realidad guarda el misterio de la persona que se desempeña arriba
el ring y que crea un ambiente de misticismo y enigma, dando un toque
especial y emotividad a la lucha de apuestas, las cuales nacieron en
México.
Les
platicaba que en un principio los luchadores de antaño subían al
encordado portando solamente un calzón y unas botas, casi no habían
enmascarados y no traían una pinche melenota cómo la de El Rey
León, traían el cabello muy bien recortadito y engomado y en su
mayoría un bigotito mamòn al puro estilo de Pedro Infante, además
que no usaban un mote o apodo, sólo utilizaban sus nombres
verdaderos para presentarse, por ejemplo: Octavio Gaona, Merced
Gómez, Luis Núñez, Firpo Segura, Daniel Aldana, Rolando Vera,
Héctor López, Al Amezcua, etc.
Poco
a poco se fue gestando una parafernalia que convirtió a la lucha
libre mexicana en un mundo mágico y misterioso que dio paso a la
transformación. El nombre de batalla originó la aparición de
personajes en los encordados y a la existencia de dos personalidades
que conviven en un solo ser humano, las cuales son mediadas por la
máscara, la cabellera y el equipo (se denomina equipo al juego de
botas, mallas, máscara, butargas, muñequeras, y otros accesorios
que el luchador usa para representar a su personaje).
Otro
factor extra para que la lucha libre mexicana sea única y diferente
a las demás, son la infinidad de llaves y castigos que se ejecutan y
que en la mayoría de las veces han sido inventados por los mismos
luchadores mexicanos, (Chingones los mexicanos ¿A poco no?) el
ingenio y la vistosidad se hacen presentes en cada encordado cuando
los gladiadores nacionales hacen gala del conocimiento en el arte del
pancracioy sobre todo porque cada llave, cada castigo, cada vuelo,
cada lance, ha ido evolucionando a través de los años pero sin
perder la esencia de la lucha libre tradicional.
El
público de la lucha libre mexicana es muy pinche escandaloso y grita
para celebrar o censurar lo que los gladiadores hacen en el ring, no
hay movimiento o maniobra que no sea señalada por el público, e
inclusive el luchador rudo puede encarar e insultar al público, a
cambio recibe una lluvia de mentadas de madre, que lejos de ser una
ofensa para el luchador rufián, son un premio y un halago a su
malvado desempeño.
En
cambio el luchador técnico apela por el apoyo del respetable, por lo
aplausos y las ovaciones. Lo cierto es que en la lucha hay público
variado en cuanto a sexos y edades, los cuáles conviven durante el
desarrollo de cada función.
.
De
igual manera que los luchadores extranjeros vienen a entrenar a
México, muchos mexicanos son requeridos en Estados Unidos y sobre
todo en Japón para dar cátedra de sus conocimientos y algunos se
han llegado a convertir en verdaderos ídolos en estos países,
ejemplos claros de mexicanos exitosos en el extranjero son: Eddie
Guerrero y Rey Misterio Jr. en Estados Unidos y Mil Máscaras en
Japón. Muchos guerreros nacionales van de gira con mucha frecuencia.
Existen
diferencias en los estilos de lucha entre México, Estados Unidos y
Japón.
Por
ejemplo, en la lucha estadounidense, el show predomina sobre la
lucha. Para muchos observadores parece que nada más le hacen a la
mamada o solamente es una telenovela lo que acontece arriba y abajo
del encordado, al fin y al cabo es cuestión de
gustos
y de credibilidad y a quién le guste y crea en lo que mira lo verá
y quién no, pues no y ya, así de sencillo.
La
empresa más importante es la World Wrestling Entertainment, Inc.
(WWE), la cual más que una empresa de lucha libre profesional es
todo un grupo multimedia que con base en el negocio de la lucha
libre, crea un sinfín de productos para el consumo en televisión,
Internet, cine, videojuegos, licencias para el desarrollo de
productos y otras industrias del espectáculo, es por ende, un
negocio de carácter global con gran aceptación. En fin, el varo es
el varo.
La
base es la música, luces, fuegos pirotécnicos, y los retos que se
dan ante el micrófono, los cuales forman parte de este estilo muy
particular. En lo personal a mí no me agradan esos retos vía
micrófono, si se caen mal y se detestan, no se reten, limítense a
romperse su madre y ya.
También
cabe señalar que dentro de su reglamento no esta permitido el uso de
objetos a manera de arma para madrear, lastimar y mermar al
contrincante como: sillas, mesas, tablas, escaleras, etc, aunque
existen funciones donde se autoriza el uso de dichos artefactos para
meterse una buena putiza.
Aquí no hace falta la técnica o saber
llavear, con que tengas una silla para darle una madrina al rival es
más que suficiente.
Los
lances y las llaves no son tan vistosos ni espectaculares debido a la
constitución física de los luchadores, la mayor parte de ellos son
cabrones que miden cerca de dos metros y pesan más de 120 kilos, lo
que en ocasiones les impide ser rápidos y espectaculares. La lucha
libre de los Estados Unidos se basa principalmente en la fuerza bruta
y el manoteo, y es denominada Wrestling Norteamericano.
Es
por ello que los luchadores mexicanos tienen tanto éxito en este
país a pesar de ser de talla menor, puesto que la técnica, la
agilidad y la velocidad son sus principales armas.
También
hay que destacar que en la lucha gringa casi no hay luchadores
enmascarados, los pocos que utilizan una tapa, son mexicanos y ya les
había comentado que si los gladiadores estadounidenses no portan una
máscara, en teoría deberían jugarse las cabelleras en una lucha de
apuestas, pero no hacen. Solamente toman un micrófono platican mucho
tiempo en vez de ponerse en su madre, manotean y ya. Pero sin luchas
de apuestas de por medio.
La
WWE ha sabido hacer un gran negocio con estrategias como la creación
de sub empresas para crear rivalidades entre luchadores, tal es el
caso de Smackdown y RAW que se integraron hace no mucho tiempo a las
transmisiones para televisión abierta en Mèxico en TV Azteca y
Televisa respectivamente, así mismo, WWE también maneja la ECW
(Extreme Championship Wrestling), como una modalidad de lucha
extrema.
Si
bien la calidad de los luchadores mexicanos es demandada en Estados
Unidos, puesto que cada vez más estetas emigran a dicha empresa, la
lucha libre mexicana y en especial el CMLL y AAA han buscado el
modelo de comercialización estadounidense para distribuir productos
mediáticos y con licencia, pero sin duda con mucho menor
participación en el mercado y con mas desorden y menos éxito que la
empresa estadounidense.
Finalmente
con respecto a la lucha de Estados Unidos baste señalar que hay
otras empresas como TNA (Total Non Stop Action) que tratan de hacer
competencia a WWE, e inclusive el CMLL ha tenido tratos con la TNA
para el intercambio de luchadores y ofrecer variantes de espectáculo
en ambos países.
Ahora
bien, con respecto a la lucha japonesa hay que mencionar que es muy
espectacular, predominan los lances, las acrobacias y las maromas
dentro y fuera del ring, podemos ver a algunos cabrones japoneses
realizar lances verdaderamente suicidas, que donde les falle por un
centímetro quedarían inválidos o se matan los cabrones, la
velocidad también es un factor de suma importancia en el país de
oriente, ya que los nipones son de una constitución física que va
de pequeña a mediana y la mayoría son delgados y ligeros, lo que
les facilita esa espectacularidad.
En
Japón hay más enmascarados que en los Estados Unidos, lo que nos
haría pensar que en la tierra del Sol Naciente si se juegan la
máscara, pero ¿Qué creen? Tampoco lo hacen, llega a suceder, pero
en contadas ocasiones y esas luchas no despiertan tanta expectativa
cómo en nuestro país.
Y
bien, los luchadores japoneses podrán ser muy chingones para las
maromas y los lances suicidas, pero algo de lo que carecen, es de la
técnica que tienen los mexicanos para le ejecución de llaves y
castigos a ras de lona; “La Tapatía”, “La de a Caballo”, “La
Cavernaria”, “La Rana”, “La Huracarrana”, “La Lanza”,
“El Nudo Lagunero”, “La Casita”, “La Mecedora”, “La
Campana”, “El Tirabuzón”, “La Cerrajera”,etc., son solo
unas cuantas llaves de la infinidad que se aplican en la lucha libre
mexicana y que los japoneses no lo hacen y aunque en el país del
sushi tratan de innovar en ese aspecto, las llaves y castigos hechos
en México siguen siendo los más chingones y los más letales.
La
lucha libre en Japón ha tenido una penetración muy particular con
la empresa New Japan Pro-Wrestling (NJPW), fundada en 1972 por
Antonio Inoki, luchador que ha tenido gran relación con México y
que se ha asociado con empresas estadounidenses y mexicanas para
llevar los mejores exponentes al país del Sol Naciente a otras
regiones, éste es el caso el legendario Tiger Mask, quién luchó en
México y Estados Unidos.
Una
de las máximas figuras mexicanas reconocida en Japón es Mil
Máscaras, quien ha realizado muchos viajes y es considerado el mejor
luchador mexicano.
También
existe lucha libre profesional en otros países, pero sólo hago la
comparación con los Estados Unidos y Japón ya que es donde las
luchas tienen un mayor arraigo.
La
lucha libre mexicana entonces, se distingue de las demás en primera
instancia por el uso y el gran valor que se le da a la máscara y a
la cabellera (sobre todo a la “tapa”), y en segundo plano por la
gran variedad de llaves, contrallaves, lances y castigos que abundan
en nuestro deporte del costalazo.
Tanto
así que los gladiadores extranjeros vienen a nuestro país a
aprender y a depurar su técnica y después se llevan ese
conocimiento adquirido a otras regiones del mundo.
La
combinación de deporte, espectáculo, llaves, contrallaves, retos,
lances suicidas, castigos, rivalidades, máscaras, cabelleras,
técnica, rudeza, y muchos elementos más hacen a la lucha libre
mexicana la mejor del mundo.
Nos
vemos la siguiente semana.
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